Los procesos de captación de talento tradicional se han visto alterados. La gestión de RRHH y talento se centra en encontrar los perfiles más apropiados para el desempeño de tareas y da valor a nuevas habilidades. El 80% de los líderes empresariales creen que las soft skills son cada vez más significativas para hacer más competitivas y productivas sus compañías.
Soft skills vs hard skills
Estas habilidades, que apuntan al comportamiento y a la actitud más que al conocimiento técnico siempre han sido importantes, aunque en la era de la tecnología y la digitalización lo son aún más. Las soft skills de los trabajadores pueden llegar a tener más importancia que las cognitivas o técnicas, las hard skills.
Sin embargo, a pesar de su nombre, no son en absoluto habilidades menores o de una importancia secundaria. Precisamente, porque son difíciles de adquirir están altamente demandadas. Se refieren al conocimiento adquirido, en parte intuitivamente, en base a la experiencia laboral.
Retener lo intangible para transformarlo en tangible
Lo que «no se ve» marca la diferencia. En una fintech es básico estar predispuesto a adaptar nuevas formas de trabajar que implican herramientas tecnológicas. Significa también, enfrentar cambios y desarrollar la agilidad mental de resolver problemas de manera efectiva en cuanto aparecen para gestionar las temidas crisis. Se requiere gran capacidad de control emocional y mentalidad analítica para ser una persona resolutiva para que esto afecte lo menos posible la actividad normal de la empresa.
En definitiva, es tan importante lo que hacemos como la manera en la que lo hacemos. Y también cómo se interactúa en el entorno, cómo se proyecta hacia el equipo y cómo estos perciben nuestra actitud en el entorno laboral.
En un momento de transformación donde es vital retener lo intangible para transformarlo en tangibles.